Federación Argentina de Triatlon

1-Es la segunda vez que corro en Concepción del Uruguay y la denominación de la prueba me motivó hacer un planteo comparativo con mi primera experiencia y poner atención en otros detalles. Uno de ellos fue la sede institucional del Club Regatas Uruguay organizador del evento. Fue el lugar donde cenamos el viernes a la noche después de un viaje extenuante y confirmamos para el sábado el almuerzo de carbohidratos previos a la carrera. El lugar se llama en el actualidad "El Patagonia, resto bar" muy distinto al que conocí 15 años atrás. El disparador de mi curiosidad fue una rueda cubillas de timón y una serie de fotografías históricas ubicadas en las paredes de su salón comedor.  Lo interesante fue vincular el nombre del buffet y la historia del Club Regatas Uruguay, que es una institución centenaria -1904-.

 2- El “Crucero ARA Patagonia” dio a luz en un astillero de Trieste entre los años 1885-1886. Buque de guerra acorazado que se incorporó a la fuerza naval argentina. Su silueta correspondía a una eslora de 67 metros, manga de 10 metros y punta medio de 3,89 metros. Desplazaba 1530 toneladas y transportaba un importante caudal de fuego, siendo un cañón a proa de 250 mm de calibre y 27 toneladas de peso su principal armamento. Su casco original fue de acero con forro de madera y torre de comando blindada. La revolución del ’90, encuentra al “Patagonia” entre los buques sublevados integrando una “escuadra en operaciones” que bombardeó la Casa Rosada, asiento del gobierno nacional.

En 1900, tuvo sus apostaderos en la rada del puerto de Buenos Aires y Base Naval de Río Santiago, pasando al año siguiente a integrarla División Naval de Bahía Blanca con asiento en Puerto Belgrano. En 1909 se moderniza su casco y estructura, construyéndose una cubierta corrida, se levanta su proa, popa y  se modifican sus palos, siendo reclasificado como “Cañonera”. Participó en la gran revista naval que se realiza en el Río dela Plata, con motivo de los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo. Su último paso por el “quirófano de un astillero” lo transforma en buque transporte de la Armada Argentina. Sus antiguas máquinas que funcionaban con carbón de piedra, son reemplazadas por otras alimentadas a petróleo. Como buque de transporte fue afectado a la línea de fomento que la Armada mantenía con los puertos de la costa patagónica, transportando pasajeros y cargas.

El acta de defunción tiene fecha de 16 de noviembre de 1927 y se dispone su radiación definitiva del servicio y su posterior venta, por ser oneroso su mantenimiento y las reparaciones que debían efectuarse. Se le retiran las máquinas y otros materiales, convertido en “un pontón”, quedando fondeado entre los años 1928 y 1934 en la Base Naval de Río Santiago, siendo utilizado como “depósito flotante”.

 3- El Patagonia es rescatado de su triste final cuando los integrante del Club Regatas Uruguay se enteran de su “suerte” y lo reclaman en “calidad de préstamo precario” para ser utilizando como “sede social y deportiva”. La nueva sede social es inaugurada el 5 de abril de 1936 con una asamblea extraordinaria con la participan de asociados, autoridades e invitados especiales.

Su primer emplazamiento fue sobre el arroyo Itapé en el extremo sur del puerto. Su ubicación aguas abajo del puerto transformaba el lugar en contaminado, lo que perjudicaba la “pileta de natación flotante” que poseía el club sobre el arroyo Itapé. En 1943 se gestionó su traslado a un lugar con mejores condiciones “sanitarias” y se autorizó su nuevo fondeadero a unos 250 metros del extremo norte del puerto, en la desembocadura del arroyo Molino.

El paso del tiempo no perdonó y el Patagonia siguió envejeciendo. El Club Regatas siguió creciendo e inauguró su nueva sede social sobre el boulevard Hipólito Yrigoyen en mayo de 1959. La “suerte final” del Patagonia era cuestión de tiempo. El 17 de febrero de 1973, las autoridades del club, a modo de despedida, realizaron el último baile a bordo. El Patagonia, después de casi 40 años abandonó las costas queridas de Concepción pero su silueta se sigue dibujando en las retinas de los más memoriosos uruguayenses.

En las instalaciones del Club Regatas Uruguay se conservan la rueda de cabilla del timón, un ancla y su nombre en bronce que tenía colocada en la popa en el frente del edificio de la parte náutica del club.

Fuente bibliográfica: Textos publicados por el Prefecto General Andrés Rousseaux en Prensa Federal y publicaciones de la Prefectura Naval Argentina.